Parecía que las emociones habían terminado durante el primer día pero aún quedaba una sorpresa más. ¡Y es que nuestro particular Jon Rahm cumplía 15 años! Nuestros chicos disfrutaron de una estupenda tarta con la que Carlos Cervero celebró su cumpleaños.
Sin embargo, no todo podía ser de color de rosa. Nos levantábamos para afrontar el segundo día y teníamos que lamentar una baja...Irene Román continuaba con placas en la garganta, los medicamentos no eran suficientes y su padre tomaba rumbo a Alto Campoo para recogerla a media mañana. ¡Desde aquí te deseamos que te recuperes pronto, Irene!
Tras desayunar, arrancamos hacia la montaña y según nos acercábamos se iba dibujando una sonrisa en nuestras caras. Había caído una capita de nieve que teñía de blanco las calvas de la estación y que nos permitía disfrutar aún más de las pistas. Además, estábamos nosotros solos en la estación.
La progresión de los alumnos era exponencial y las pistas verdes y las perchas se quedaban atrás para dar protagonismo a los telesillas y pistas azules y rojas. Llegaba la hora de comer y la pregunta estrella era: "Si terminamos pronto de comer, ¿podemos seguir esquiando?". Los profesores no daban crédito...nadie se quería quedar descansando.
Bueno...nadie, nadie... prácticamente nadie...
Mañana afrontaremos nuestro último día y la incertidumbre es alta, ya que se esperan 20 centímetros de nieve y unos 35 km/h de viento en la estación. Veremos si es posible esquiar, pero eso lo sabremos en el próximo capítulo...
CONTINUARÁ
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